La escucha activa en el lugar de trabajo: Por qué es importante y cómo hacerlo
Para tener éxito en el trabajo, hay que desarrollar y perfeccionar múltiples habilidades. Si eres escritor, dominas las reglas de la gramática y la sintaxis. Si trabajas en RRHH, te has convertido en un experto en procesos y gestión de personas.
Si es usted ejecutivo, habrá aprendido a pensar estratégicamente y a tomar decisiones. Pero estas habilidades técnicas solo te llevarán hasta cierto punto en tu carrera.
Las habilidades interpersonales son absolutamente vitales para cualquier trabajo, y una de las más importantes es la escucha activa. La escucha activa es una de las piedras angulares de la comunicación eficaz. Desarrollar la capacidad de escucha activa es especialmente importante si quieres asumir un puesto de liderazgo.
Por eso hemos creado esta guía sobre la escucha activa: qué es, por qué es necesaria y cómo llevarla a cabo con eficacia.
Vamos a sumergirnos.
¿Qué es la escucha activa?
Esta descripción puede resultar confusa: cuando oyes lo que dice la gente, ¿no la estás escuchando? Al fin y al cabo, escuchar ya es una actividad.
Pero aquí tienes un ejemplo de escucha activa para que veas la diferencia.
Todos hemos tenido alguna vez una conversación con alguien que escucha y responde a lo que dices, pero no parece estar totalmente atento. Es posible que mire a su alrededor o a las personas que están en la sala, que eche un vistazo a su teléfono o que parezca que solo capta una parte de lo que dices.
Cuando acaba la conversación, no sientes que hayan entendido del todo tu punto de vista y tus sentimientos, aunque hayan respondido adecuadamente.
En cambio, cuando hablas con alguien que escucha activamente, tienes toda su atención. Tu interlocutor mantendrá mucho contacto visual, evitará interrumpirte y a menudo reformulará lo que le has dicho para que sepas que te ha entendido perfectamente.
Escuchar activamente no significa estar de acuerdo con todo lo que dice otra persona. Pero sí significa tomarse el tiempo y prestar atención para comprender la perspectiva y las emociones de otra persona, no sólo las palabras que dice.
¿Por qué es importante la escucha activa en el lugar de trabajo?
He aquí la importancia de la escucha activa en el lugar de trabajo y cómo puede ayudarle en cada etapa de su carrera.
1. Como colaborador individual
Escuchar activamente a tus compañeros y a tu jefe te será muy útil en tu papel de colaborador individual. Si practicas la escucha activa, aprenderás más sobre lo que le importa a tu jefe en las conversaciones personales.
También colaborará eficazmente con sus compañeros en los proyectos si sabe escuchar.
2. Como gestor
La escucha activa adquiere aún más importancia cuando se pasa a un puesto en el que se gestiona eficazmente a las personas. Ser un buen gestor y comprometerse significa saber qué le pasa a tu equipo: dónde están sus tareas y proyectos, y cómo manejan su carga de trabajo y el estrés también en su vida personal.
La escucha activa puede ayudarle a comprender mejor lo que motiva y compromete a su equipo.
3. Como líder
Puede ser fácil tomar decisiones utilizando únicamente su propia experiencia y conocimientos en liderazgo. Pero serás un líder con más éxito y empatía si también puedes aceptar los comentarios y la información de tus compañeros ejecutivos, gerentes y colaboradores individuales.
Tomará decisiones más informadas cuando entienda lo que ocurre con todos los miembros de su organización y tenga en cuenta sus puntos de vista en las decisiones importantes.
Técnicas de escucha activa
La escucha activa es una habilidad que se puede practicar a diario para mejorar. A algunas personas les resulta más fácil practicar la escucha activa que a otras, pero todo el mundo puede practicarla y mejorar.
He aquí algunas técnicas que puedes poner en práctica para mejorar tu capacidad de escucha activa.
1. Estar presente
Hoy en día hay muchas distracciones en las reuniones y en las conversaciones 1:1: suena el móvil, llega un correo electrónico al portátil o simplemente se nota que la gente se mueve por la oficina. Pero mantenerse presente y concentrado en la conversación es una parte vital de la escucha activa.
No puedes entender lo que alguien dice a menos que le prestes toda tu atención, y probablemente no se sentirá cómodo abriéndose por completo a alguien que sólo lo hace a medias.
En lugar de eso, practica concentrarte en las palabras y el lenguaje corporal de la otra persona. La práctica de la atención plena también puede ayudar a entrenar tu atención para centrarte en una sola cosa a la vez.
2. No interrumpir
Parece sencillo, pero a mucha gente le cuesta hacerlo: escuchar bien significa no hablar por encima de otra persona ni interrumpirla. Dar a la otra persona la oportunidad de expresar plenamente sus ideas sin intervenir para ofrecer las tuyas es una señal de respeto.
Y puede hacer que tu interlocutor se sienta más cómodo expresándose, ya que sabe que tiene el espacio para hacerlo.
Interrumpir también es señal de que has estado pensando en lo que vas a decir a continuación en lugar de simplemente escuchar lo que dice la otra persona. Eso es lo contrario de la escucha activa, ya que no le estás prestando toda tu atención.
Por supuesto, no tienes por qué dejar que alguien hable durante horas: puedes encontrar un momento natural para intervenir educadamente o hacer una pregunta. Pero eso debería ser raro cuando estás escuchando activamente.
3. Observar las pistas no verbales
La escucha activa no consiste sólo en captar lo que alguien dice. También consiste en fijarse en lo que no dicen, al menos en voz alta. Eso significa prestar atención a las expresiones faciales y al lenguaje corporal de tu interlocutor.
Prestar atención a las señales verbales y no verbales, como el gesto de enfado de alguien o su retraimiento físico ante un tema, le ayudará a comprender mejor lo que siente y todo lo que quiere comunicar pero no sabe cómo abordarlo.
Esto es especialmente importante cuando hay señales sutiles que indican que sus palabras no coinciden con sus acciones.
4. Empatizar
Escuchar activamente no siempre significa estar totalmente de acuerdo con todo lo que dice el interlocutor. Eso no es realista. Además, el objetivo de la escucha activa no siempre es estar de acuerdo con los hechos. Se trata de entender el punto de vista del otro, aunque al final sigáis sin estar de acuerdo.
Aquí es donde la empatía es fundamental. Haz un esfuerzo activo por ver las cosas desde la perspectiva de la otra persona basándote en lo que te está diciendo: ¿de dónde viene su posición?
También puede ayudarte ser amable con alguien que tiene menos experiencia que tú en el tema que estáis tratando, y esa empatía hará que se sienta más cómodo siendo abierto contigo.
5. Aclarar
Supongamos que estás escuchando activamente a alguien a quien te cuesta entender, alguien que está visiblemente frustrado o alguien que tiene dificultades para articular sus argumentos. En ese caso, puede ser útil aclarar lo que quiere decir.
Para ello, repíteles los puntos clave de la conversación, para que sepan que los has entendido y puedan corregirte si tu impresión de lo que han dicho no es correcta. Es importante que no te pongas a la defensiva si les has entendido mal: para eso está la aclaración, para que ambos estéis de acuerdo.
El objetivo de la escucha activa
Aprender a escuchar activamente a todo el mundo en su lugar de trabajo -desde sus compañeros, colaboradores individuales y hasta los rangos ejecutivos- es una de las habilidades interpersonales más valiosas que puede desarrollar.
Mejorar la escucha activa requiere tiempo y una práctica cuidadosa, pero los beneficios en tu carrera y en tu vida personal merecerán la pena. Es sólo una de las formas de mejorar tus habilidades comunicativas, independientemente de la función o el sector al que te dediques, que te harán avanzar más en tu carrera y beneficiarán a todos los que te rodean.