Características del liderazgo democrático en el trabajo y sus ventajas
El liderazgo democrático, también conocido como liderazgo compartido o liderazgo participativo, fomenta la participación, pone sobre la mesa más puntos de vista y ayuda a la creación de equipos.
No hay dos líderes que tengan exactamente el mismo estilo de liderazgo: todos dirigen a sus equipos u organizaciones a su manera particular. Pero es posible dividir a los líderes en estilos de liderazgo particulares y analizar esos estilos para hacerse una idea de las posibles formas de liderar.
Una forma de liderazgo emocionante e interesante es el estilo de liderazgo democrático, que permite a los empleados participar en las decisiones de su equipo.
Ser un líder democrático no es para todo el mundo, pero es una forma de liderazgo muy eficaz para muchos gerentes, ejecutivos y directores generales.
Esta guía cubrirá todo lo que necesita saber sobre el liderazgo democrático: qué es, las ventajas y desventajas de este estilo de liderazgo, y cómo se ve en acción.
Empecemos.
Saber escuchar es absolutamente fundamental para ser un buen líder; hay que escuchar a la gente que está en primera línea. - Richard Branson
¿Qué es el liderazgo democrático?
El liderazgo democrático es un tipo de estilo de liderazgo en el que el líder toma decisiones basándose en las aportaciones de todos los miembros del equipo.
El líder toma la decisión final, por supuesto, pero todos los empleados hacen oír su voz y sus opiniones se tienen en cuenta durante el proceso de toma de decisiones.
El liderazgo democrático también se conoce como liderazgo participativo, ya que los empleados participan activamente en las decisiones.
El liderazgo democrático puede parecer contradictorio: después de todo, ¿el liderazgo no consiste en tomar decisiones de forma unilateral y decisiva?
Pero el verdadero liderazgo también consiste en tener en cuenta los pensamientos, las experiencias y las opiniones de los demás.
Los empleados de todos los niveles tienen ideas e información valiosas que aportar, y el liderazgo democrático permite que esta participación se produzca de forma regular.
Características del liderazgo democrático
El liderazgo democrático se caracteriza por un enfoque de colaboración en la toma de decisiones. A los miembros del equipo se les pide regularmente su aportación y opinión sobre las decisiones relacionadas con los próximos proyectos, las iniciativas estratégicas o los cambios que el equipo o la empresa están considerando.
La responsabilidad se reparte entre el grupo, ya que todo el mundo puede dar su opinión. Y los miembros del equipo se sienten capacitados para hablar y adoptar una postura porque su jefe de equipo fomenta este comportamiento y escucha activamente.
En el proceso de liderazgo democrático, las ideas se ofrecen libremente y se reciben sin juzgarlas. Se respeta la diversidad de puntos de vista y experiencias en el equipo, y estos puntos de vista se comparten abiertamente para que el equipo pueda llegar a una decisión bien informada.
En lugar de confiar en una sola persona para tomar todas las decisiones, el liderazgo democrático se apoya en la participación de los empleados y en la sabiduría del grupo para dirigir el barco.
El liderazgo democrático puede ser utilizado por líderes de cualquier sector, desde pequeñas organizaciones sin ánimo de lucro hasta grandes empresas internacionales.
Pero como cualquier estilo de liderazgo, el enfoque democrático tiene distintas ventajas y desventajas y puede no ser adecuado para todas las organizaciones.
Si examina detenidamente los pros y los contras, podrá determinar si debe probar el proceso de liderazgo democrático.
Ventajas del liderazgo democrático
El liderazgo democrático es un estilo de liderazgo muy eficaz para muchas organizaciones. Y proporciona múltiples ventajas a quienes eligen este estilo de liderazgo.
1. Mayor creatividad e innovación
Las ideas fluyen muy libremente en un equipo con un líder democrático porque se fomenta el intercambio de pensamientos y la expresión de opiniones.
Este flujo de ideas libre y sin juicios significa que se anima a los miembros del equipo a aportar soluciones creativas e innovaciones que pueden beneficiar a todo el grupo o incluso a toda la organización.
Trabajar juntos para discutir abiertamente las cuestiones y resolver los problemas también significa que el equipo recibe regularmente nuevas ideas. Ofrece opciones al líder que toma la decisión final.
2. Ganancias de productividad
Los empleados están más comprometidos y rinden más cuando se les escucha y valora en el trabajo.
El liderazgo democrático garantiza que todos los empleados del equipo sean escuchados, ya que pueden expresar libremente sus opiniones y hacer aportaciones a las decisiones importantes que les afectan.
Esto da sentido a su trabajo y autonomía, lo que conduce a un mayor compromiso. Y dado que los equipos altamente comprometidos son un 17% más productivos que los que tienen bajas tasas de compromiso, tu equipo podría ser más productivo con un estilo de liderazgo democrático.
3. Ideas más diversas
Cuando las decisiones las toma una sola persona o un grupo de dos o tres personas, probablemente no haya mucha diversidad de experiencias o puntos de vista en la sala considerando todas las opciones y los hechos.
Pero cuando se abre la palabra y el proceso de toma de decisiones a todo un grupo de empleados, éstos aportarán su gama de experiencias y pensamientos a la mesa.
Esto aumenta la diversidad de ideas que se comparten, lo que hace que su proceso de toma de decisiones sea más eficaz, ya que considera todos los ángulos posibles antes de hacer una elección final.
4. Construye un equipo más fuerte
El liderazgo democrático anima a todos los miembros de un equipo a unirse y participar por igual. Este énfasis en la cooperación y la asociación construye un equipo fuerte que colabora eficazmente en las grandes decisiones y en las pequeñas tareas.
Y como el liderazgo democrático fomenta el tratamiento de todos con respeto, los vínculos que el equipo construya tendrán una base sólida para el éxito.
5. Forma a los futuros líderes
A medida que los empleados participen activamente en la toma de decisiones, se harán una idea de cómo se toman las decisiones de alto nivel. También tendrán una visión de primera mano del proceso de liderazgo, y practicarán el intercambio de ideas con confianza y el ejercicio de la autoridad.
Todo esto es una gran formación para los futuros líderes de su empresa y preparará a sus mejores empleados para un futuro papel de liderazgo.
Desventajas del liderazgo democrático
Las ventajas del estilo de liderazgo democrático son reales y poderosas. Pero este estilo de liderazgo no funciona para todas las personas ni para todas las organizaciones, por lo que debes considerar cuidadosamente los aspectos negativos también antes de adoptar este estilo de liderazgo.
1. La toma de decisiones es más lenta
Reunir las aportaciones de todo un equipo, debatir las opciones abiertamente y trabajar juntos para tomar la decisión final no es un proceso rápido.
Su toma de decisiones puede ser más fuerte, pero también será sin duda más lenta cuando dirija utilizando los principios democráticos en el trabajo.
Dado que cada idea debe ser discutida a fondo con el grupo, y las ideas de todos deben ser realmente consideradas, esta no es una forma de tomar decisiones rápidas.
2. Pueden surgir emociones negativas
Aunque las ideas y aportaciones de todos se valoran en el proceso de liderazgo democrático, no todos los empleados tienen la misma capacidad para generar soluciones eficaces y resolver problemas.
Esto significa que algunos empleados verán sus ideas aplicadas con más frecuencia que otros. Y eso puede provocar resentimiento y frustración en el futuro si no se manejan con cuidado estas emociones negativas.
Por ello, la inteligencia emocional es un componente clave de un liderazgo democrático eficaz.
3. Crea el potencial para la procrastinación
Si un líder se resiste a tomar una decisión porque está preocupado por el impacto o no está seguro de sus habilidades, puede recurrir al estilo democrático de liderazgo como una forma de procrastinar o evitar la responsabilidad.
En lugar de tomar una decisión, estos líderes se dirigen a su equipo en busca de ideas y esperan que otro les diga qué ideas son buenas.
Este enfoque fomenta ciertamente la colaboración, pero también ralentiza la toma de decisiones y permite que la procrastinación se cuele en el proceso.
4. Puede estar mal definido
El liderazgo democrático es un estilo de liderazgo que puede adoptar muchas formas. Eso suele ser bueno porque los líderes pueden adaptar el estilo a sus preferencias y personalidad.
Pero también significa que es posible definir el estilo simplemente por el capricho del líder, y no siguiendo los verdaderos principios democráticos.
Los líderes pueden creer que están utilizando este estilo cuando en realidad no están solicitando la retroalimentación o las opiniones de los miembros de su equipo de una manera efectiva en absoluto.
5. No funciona bien en una crisis
Cuando se produce una crisis, los líderes suelen tener que tomar medidas rápidas y decisivas. El proceso lento, colaborativo y abierto de la toma de decisiones democrática no se presta a los momentos en que se requiere una respuesta urgente.
Los líderes que están acostumbrados a depender de los comentarios de su equipo pueden tener dificultades para tomar decisiones por sí mismos con confianza cuando la situación exige una acción.
6. Requiere un nivel de pensamiento crítico.
No todos los lugares de trabajo, o equipos, se adaptan bien a un estilo de liderazgo democrático. Dado que las opiniones y pensamientos de todos se valoran por igual, funciona mejor si se cuenta con un equipo de personas con capacidad de pensamiento crítico y bien formadas.
De lo contrario, los miembros del equipo podrían no sentirse lo suficientemente seguros como para ofrecer sus opiniones. O podrían sugerir ideas que no tienen valor real porque no entienden el problema lo suficientemente bien.
Para que el estilo de liderazgo democrático funcione bien, los empleados deben ser capaces de ofrecer una retroalimentación significativa y una solución efectiva de los problemas.
Principales conclusiones
El liderazgo democrático es muy eficaz para muchos equipos y organizaciones. Permite que los líderes escuchen una gama diversa de opiniones, obtengan soluciones creativas a los problemas y construyan un futuro grupo de líderes experimentados que sepan cómo tomar decisiones.
Este enfoque abierto y colaborativo del liderazgo promueve la igualdad y el trabajo en equipo en el lugar de trabajo.
Pero también requiere un compromiso con un proceso de toma de decisiones claramente definido, un grupo de empleados que sean fuertes pensadores críticos y la comprensión de que estas decisiones se tomarán lentamente para que este estilo de liderazgo funcione en la mayoría de las organizaciones.
El liderazgo democrático es sólo uno de los muchos estilos de liderazgo que pueden funcionar para usted, por lo que es importante considerar cuidadosamente las ventajas y desventajas antes de embarcarse en este viaje de liderazgo.